Volcadas para transformar la máxima energía disponible posible en vapor, estas turbinas tienen como punto en común la presión de escape por debajo de la presión atmosférica (vacío – producido artificialmente por un condensador). Normalmente, son empleadas con el propósito principal de generar energía (o accionar equipos de gran potencia), pudiendo (o no) proveer vapor para proceso/s mediante extracciones intermedias.
Debido al gran salto energético del vapor y objetivando la mayor eficiencia posible, estas turbinas, casi siempre, son de múltiples fases. Concebidas de acuerdo con un concepto modular, pueden generar de 1.000 a 80.000 kW en condiciones normales de vapor (de admisión), que van desde 2 bar abs saturado hasta 120 bar abs / 540° C.
Son ideales en plantas de generación de energía o plantas industriales con generación propia de energía – cogeneración, para la venta o consumo propio – que presenten excedente de vapor en su balance.